Écija, situada a un lado de las orillas del río Genil, se siente dueña de un glorioso pasado. Por ello, muestra una de las caras más amables de Andalucía. Sobre su piel han encontrado descanso torres y espadañas que identifican la vieja ciudad y que la agasajan con su vibrante barroco.
El legado artístico de este caserío enclavado en una calurosa hoya tiene mucho de misterioso y romántico. Su paseo conduce a estrechas callejas donde sin previo aviso aparecen blancas cancelas en cuyo interior crecen madreselvas, jazmines, naranjos y limoneros en un patio donde no falta un fresco pozo. Y es que todos los palacios ecijanos muestran con indisimulado orgullo un blanco patio sevillano.
Fuente: Ocholeguas.com
Este pueblo está considerado como uno de los más bellos de LA PENÍNSULA... DOY FÉ de ello... Écija es presiosa...
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