La
sociedad actual es cada vez más rica en cuanto a relaciones sociales,
lo que a su vez, la hace cada vez más compleja. En este sentido, hemos
pasado de la familia nuclear, compuesta por padres e hijos, a una amplia
gama de situaciones. A ello se une el incremento del número de
divorcios en nuestro país, lo que hace aún más complejas estas
relaciones. En este sentido, cada vez es mayor la necesidad de recurrir a
especialistas, abogados de familia que nos asesoren jurídicamente en
todos los temas relaciona
La
sociedad actual es cada vez más rica en cuanto a relaciones sociales,
lo que a su vez, la hace cada vez más compleja. En este sentido, hemos
pasado de la familia nuclear, compuesta por padres e hijos, a una amplia
gama de situaciones. A ello se une el incremento del número de
divorcios en nuestro país, lo que hace aún más complejas estas
relaciones. En este sentido, cada vez es mayor la necesidad de recurrir a
especialistas, abogados de familia que
nos asesoren jurídicamente en todos los temas relacionados con el
núcleo familiar y actúe en defensa de nuestros derechos e intereses
cuando nos encontramos en una situación de conflicto.
Así
pues, el derecho de familia tiene que dar respuesta legal a este
entramado de situaciones. En este sentido, un abogado de familiar será
el encargado de aplicar los conceptos jurídicos, las normas y principios
del Derecho de familia a un problema en particular en el ámbito del
procedimiento de la familia. Asimismo, se encargará de
debatir jurídicamente en un procedimiento de litigación oral o realizar
los trámites requeridos en el ámbito de los tribunales de familia.
El
abogado de familia posee conocimientos y facultades que le permiten
aplicar los principios básicos de la familia ante las leyes de justicia
de nuestro país. Los temas por los que pueden ser consultados son muy
variados: herencia y sucesiones dentro del contexto familiar,
testamentos, tutelas y adopciones de menores de edad, pensiones o
violencia familiar, entre otros.
No
obstante, quizás algunos de los servicios más contratados son divorcios
y separaciones, con todo lo que ello conlleva: custodia de hijos,
liquidaciones de ganancias y patrimonio conyugal, separación de bienes o
infidelidades y adulterio. La mayor demanda de estos servicios se
justifica en base a los últimos datos registrados en nuestro país.
Durante 2012 se tramitaron 120.000 divorcios, lo que supuso un
incremento ligeramente superior a un 2% con respecto al año anterior.
Según el Consejo General de Poder Judicial, 70.571 fueron divorcios
consensuados y 49.485 divorcios contenciosos. Asimismo, se presentaron
4.738 separaciones de mutuo acuerdo y 2.404 separaciones no
consensuadas.
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