Si te gusta disfrutar del invierno, Noruega es sin duda el país por excelencia para hacerlo. Ni el frío, ni la nieve, ni el hielo son un problema a la hora de recorrer este país nórdico. Todo está diseñado para soportar las bajas temperaturas y puede uno moverse libremente por el país, incluso por encima del Círculo Polar Ártico, sin peligro de quedar atrapado.
Pero Noruega en invierno tiene muchas otras posibilidades: las rutas culturales y gastronómicas de Oslo, el cabo más septentrional de Europa, el CABO NORTE, (solo océano y hielo delante de usted… una sensación indescriptible), Finmarke o la tierra de los samis, los glaciares o la región de SVALBARD, un auténtico santuario natural y paisajístico.
Y si en verano se pueden alquilar las tradicionales cabañas de pescadores hechas de madera, en invierno la experiencia más extrema la encontramos en los hoteles de hielo, y más concretamente en el de ALTA, que construido por primera vez en invierno del 2000, puede presumir de ser el hotel de hielo más grande, el más antiguo del país y el único que tiene una capilla autorizada para bodas.
Es también ALTA el lugar ideal para disfrutar de las “Auroras Boreales”, y realizar diversas actividades todas ellas enmarcadas en la azulada luz de la Aurora Boreal. Las motos de nieve, los trineos de perros o los esquíes, nos dan una idea del potencial del destino en lo que a actividades respecta.
Y es que dicen que Noruega, y más concretamente la ciudad de MORDEGAL, es la cuna de este deporte blanco. Algunas de las mejores propuestas de viaje a Noruega las tienes de la mano de Nobeltours & Indoriente.
Viajar a Oslo y vivir la esencia misma forjada por los rudos vikingos; embarcarse en el Hurtigruten y navegar a través de la naturaleza salvaje de Noruega; recorrer los fiordos, un paraíso natural inalterado y custodiado por una cultura y forma de vida completamente integradas en el medio natural. Infinitas posibilidades.
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