RUMBO se viste de Ibérico

Seguramente el jamón es el producto español más internacional y, por ende, una de las palabras más universales de nuestro idioma. Pero pocos saben que el origen de la palabra es de origen mitad francés (de ‘gamba’: pierna de cerdo, caballo o persona), mitad del argot arquitectónico (de ‘jamba’: madera que sostiene puertas y ventanas, se refiere al lugar donde tradicionalmente se han colgado los jamones para su curación).

Más allá de anécdotas, el jamón ibérico es español por todos sus costados. Rumbo,  la agencia de viajes online líder en ventas según IATA, propone la Ruta del Jamón Ibérico, deleite del paladar, con alojamiento desde 40 euros por habitación doble y noche.

- Guijuelo (Salamanca). En las estribaciones de la Sierras de Gredos y Béjar, al sureste de la provincia de Salamanca y a 1000 metros de altitud, se encuentra la zona de elaboración del Jamón Ibérico Guijuelo. Es un microclima privilegiado con inviernos fríos y secos y veranos suaves y cortos, lo que permite un perfecto secado y maduración de los jamones. Seis de cada 10 jamones ibéricos producidos en España pertenecen a esta denominación. Salamanca tiene múltiples opciones de turismo cultural, religioso, de ocio, paisajístico, familiar y deportivo.

- Dehesa de Extremadura. Esta denominación de origen (1990) tiene  la peculiaridad de que sólo puede producirse a base de animales procedentes de dehesas de Extremadura . En salazón aproximadamente un día por cada kilo de peso, secados al natural y envejecidos en bodega, son jamones de caña fina, poco salados y con un tono que varía del rosa al rojo púrpura. La región ofrece paisajes verdes, pinares infinitos y restos arquitectónicos romanos de gran calidad, entre ellos

- Huelva. Elaborado desde hace siglos en la Sierra de Huelva, procede de cerdos de raza en estado silvestre por la dehesa, alimentados con bellotas de los prados naturales.
Las condiciones medioambientales de la Serranía de Huelva (delimitada por 31 municipios), sus microclimas y los sistemas tradicionales de curación hacen de este jamón uno de los productos más exquisitos y apreciados del planeta.

- Los Pedroches (Córdoba). La Dehesa de los Pedroches es un ecosistema que habría desaparecido, de no ser por la actividad ganadera que se lleva a cabo en la zona. Sus bosques mediterráneos de alcornoques, encinas y quejigos brindan a los cerdos ibéricos su principal sustento: bellotas en abundancia y pastos que sirven de complemento para su dieta. Surge así un ambiente ecológico donde se respetan y aprovechan los recursos de forma sostenible, lo que hace compatible la explotación de estos parajes con su conservación.

- Trevélez (Granada). La zona de elaboración comprende las partes con altitud superior a los 1.200 metros de los términos municipales de Trevélez, Juviles, Busquistar, Pórtugos, La Tahá, Bubión, Capileira y Bérchules, en Granada. Esta comarca de la Alpujarra está caracterizada por sus pueblos blancos de calles empinadas con tejados planos, chimeneas con sombrero y sus típicos tinaos. Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de enclaves espectaculares como Siete Lagunas, donde nace el río Trévelez; el Cerro Pelao, Vacares, el Pico del Rey, la Alcazaba, Río Juntillas, Horcajo, Peñabón, Peña Cabrera y el Mulhacén, techo de la Península Ibérica. Además de visitar algún secadero de jamón y probar la trucha local (del Río Trévelez), en la zona hay exquisitos platos tradicionales como las migas de pastor, las papas a lo pobre con longaniza y huevos fritos, el choto al ajillo, el potaje de castañas y la torta real.

- Teruel. Esta denominación, surgida hacia 1984, fue la primera creada en España y está incluida en la lista de productos de especial calidad  de la Unión Europea desde 1997. Produce un jamón de cerdo blanco proveniente de animales de raza Duroc por línea paterna y madres de cruza entre Landrace y Large White. Teruel es también provincia del queso, del maestrazgo, la serranía y las cuencas mineras, con atractivos tales como el parque temático Dinópolis, la ruta de los íberos (con yacimientos como Cabezo de Alcalá, considerado uno de los más relevantes del país de época ibero-romana, o el poblado de San Pedro de Oliete, donde todavía puede admirarse su espectacular sistema defensivo).