El Principado de Andorra ofrece una amplia oferta de ocio que, en invierno, se duplica con mil y una actividades para disfrutar con la pareja, familia o amigos. La visita a Caldea es la guinda que ayudará a conseguir una relajación y un bienestar total.
Situado en el los Pirineos y con una altitud media de 1.996 metros sobre el nivel del mar, el Principado de Andorra es un país con un clima mediterráneo de alta
montaña con cumbres que se elevan por encima de los 2.600 metros con preciosos bosques de encinas y pinos. Una de las actividades por las que el Principado
es reconocido es el esquí, con tres amplios dominios:
Vallnord, donde hay más de 90 kilómetros de pistas distribuidas en 3 sectores (Arcalís, Arinsal y Pal); Grandvalira, el más grande de los Pirineos, con 200
Km. de pistas; y Naturlandia, 15 km. de pistas para practicar el esquí nórdico.
Además del esquí, las estaciones ofrecen múltiples actividades complementarias para que todo el mundo pueda disfrutar de la nieve de forma diferente: jardines
de nieve para los más pequeños; sensaciones fuertes para los más aventureros como saltos, mushing, vuelos con parapente o helicóptero y surf en la nieve.
Por la noche, ofrecen también actividades para disfrutar de los bosques y de la luna llena paseando en moto de nieve o con raquetas.
Y para complementar toda esta amplia actividad ¿qué mejor que relajarse en Caldea? Las aguas termales procedentes de las fuentes naturales de Escaldes-Engordany que alimentan el Centro Termolúdico poseen propiedades que ayudan a recuperar la vitalidad y la relajación.
Desde el vapor hasta el hielo, a presión, caliente… el agua en todos sus estados para relajar los músculos y la mente; purificar e hidratar la piel; regenerar y reactivar la circulación…. Caldea es la perfecta opción para desconectar en un entorno rodeado de montañas y naturaleza, experimentando con diferentes estados del agua y sentir su magia.
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